Voa borboleta

Voa borboleta
En la creacion, cada flor coopera formando parte del jardin

martes, 14 de septiembre de 2021

La fiesta de la vida

 Hay un momento del dia que celebro concientemente todo lo que pasa a mi alrededor. Y es el despertar. Para mi es el momento mas magico del dia. De nuevo abro los ojos, eso ya me dice que estoy viva aun. Mi primera mirada busca a London. Lleva tiempo enfermito y cada noche me duermo pensando si sera la ultima vez que lo vea con vida. Pequeñis traumas que te deja el vivir con un perro ciego y con una enfermedad cardiaca. Esta aguantando como un campeon y por eso lo celebro cada dia al levantarme. No es facil vivir con un perro ciego pero esta siendo un aprwndizaje para el y oara mi. Paso de ser un perro sano y activo a ser un perro bolso que llevo a todos lados  en brazos. En la playa ya no ve el mar pero lo huele y eso lo identifica. Tampoco sabe a donde lo llevo pero siente el viento sacudir sus orejillas y el sonido de la bici que lo lleva. Sufro al pensar que ya no ve nuestras caras cuando le hablamos pero me reconforta saber que los animales se adaptan mejor que nosotros a los cambios. Tal vez ya no recuerde que un dia vio. Una leccion importante para todos.

Pero bueno, hoy no pensaba hablar de London sino de lo que significa para mi la hora magica del despertar. Mientras desayuno escucho las palomas volar en bandadas y el sonido de la calle que va incorporando las voces del colegio que tengo cerca. Los coches y las personas comenzando sus tareas del dia. Miro al fondo y aunque el sol me encandila veo el mar. Majestuoso, retador que parece decirte: antes de tu estar ya yo existia y cuando te vayas seguire estando aqui. Eso me hace esbozar una sonrisa al comprobar la certeza. Y entonces pienso que es una verdad tan absoluta que a veces la olvidamos. No queremos pensar que la vida humana es muy corta y que un dia seremos un simple recuerdo para los que nos amaron, pero las fuentes universales seguiran aqui para los que vengan, ahora y siempre. Seguira el mar, el sol que nos ilumina, las montañas, aunque algunas caigan para hacerlas carreteras. Seguiran las piedras de las playas, la arena, el agua de la lluvia y de las fuentes. Seguira el viento y las tormentas. Todos seran testigos de la historia que nosotros pretendemos. 
Y en medio de estos pensamientos, me recorre el cuerpo una sensacion de bienestar para pasar a pensar: ¡que suerte estsr aqui ahora! Puedo ser testigo de todo eso tambien. Tengo mucha suerte de vivir este instante, de saborearlo, de respirarlo y soy conciente de que aun no soy historia sino que la voy construyendo. 
Algunas mañanas me siento tan bien en medio de estos pensamientos que a veces me pregunto si sera ese momento parte del cielo que nos han contado. Y si eso es el cielo, si la vida me esta dando un trocito de cielo, en algun momento llegara el infierno, porque todo es yin y yan. ¿O tal vez el infierno ya lo he vivido en experiencias anteriores? Momentos muy duros que todos hemos pasado. No lo se. No se si a estas alturas de mi historia ya habre conocido el dolor y el placer mas extremo para mi o aun me quedan niveles mas altos de lo uno y lo otro. 
Es como si vamos a una fiesta o celebracion y cuando te vas de ella repasas el tiempo y te das cuenta que aunque hubieron cosas que no te gustaron te quedas con un buen sabor de boca. Luego llegara alguien que te cuente que lo paso muy mal en el mismo lugar y tu no tengas esa experiencia. La vida es igual. Es una fiesta donde unos se divierten mas que otros y aunque pueden pasar cosas cerca de ti quizas ni te enteres. En funcion de como lo vivas, hablaras bien o no. 
Puede que al haber pasado  ya la mitad de mi vida, al menos asi quiero pensarlo, comienzo a preguntarme que cosas me quedaran por vivir. Y como no sabemos cuando nos vamos de la fiesta pues seguimos a expensas de lo que la vida nos depare. Y yo soy de las que se quedan hasta el final, para ayudar a recoger y  conversar con los que queden. 
Bueno, no puedo evitar filosofar con todo, para mi no existe el porque si o porque no. Y ando siempre haciendome preguntas y buscando las respuestas que me ayuden a entender un poco mas el momento que resoiro. 
Y les dejo ya, que el dia amanecio precioso y no hay tiempo que perder. Porque no somos el mar, ni el sol ni las montañas, somos finitos, al menos nuestro cuerpo lo es y aunque volvamos en alma, las experiencias seran otras, como lo son las de las demas personas que vinieron a la fiesta. ¡A vivir!

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