En el pasado las situaciones de completo silencio me asustaban y me hacian pensar que si existia el silencio en ese momento era porque las personas no tenian nada dentro que compartir. Esto me llevaba a creer que quien guardaba silencio era porque no tenia nada en su mente , lo cual relacionaba con poca creatividad o bien pensaba que la persona en cuestion no queria dejarse conocer y preferia mantenerse en la sombra. A traves de los años he podido comprobar que si bien esas situaciones y personas existen, hay mucho mas.
Hoy ademas conozco el silencio necesario y terapeutico donde todos conectamos con nuestro mundo interior. Ya no le temo sino que lo busco a menudo para disuadir a mi mente de que ella es la que conduce mi vida. En el silencio dejas fuera tu personaje y alimentas a tu espiritu. Le das cariñitos a tu niño interior y todo tu cuerpo pasa a un segundo plano. Cuando regresas, lo haces mas relajado, mas tranquilo, y las cosas del exterior te parecen menos importantes. Este es el silencio mas valioso que conozco.
Por otro lado, tambien vamos aprendiendo a callar cuando lo que tenemos que decir va a hacer daño a alguien. Callamos cuando no estamos de acuerdo con lo que escuchamos o cuando creemos que lo que tenemos que decir no interesa a nadie. Callamos por comodidad, esperando que alguien hable por uno y callamos para evitar males mayores. Sin embargo, a esto no lo llamaria yo silencio. Es un silencio impuesto, obligado que puede llegar a ser una losa para nosotros, tanto si el silencio es nuestro como si nos silencian hasta ningunearnos. Pienso que el silencio debe ser armonioso, como los silencios musicales, que marcan una pauta entre nota y nota. Sin agredirte ni agredir, un silencio comprendido, sin que sea un ataque para nadie, que lo puede llegar a ser. He conocido personas que han enfermado por guardar silencio obligado ante situaciones que les disgustaban. Pienso que silencio si, el terapeutico, el que nos hace bien a todos, el que armoniza con las pautas de nuestra vida y la de los demas. El silencio que lleva connotaciones negativas, a modo de castigo o de ataque, no hace bien a nadie, mucho menos a quien lo ejerce. Es preferible decir algo incorrecto que guardar silencio a modo de castigo. Valoremos el silencio, dandole el lugar que le corresponde, siempre para bien.
