El aguila real

¿Conocen la historia del aguila? Parece sacada de un cuento pero es real y hoy me apetece contarla. Tal vez nos ayude a pasar este proceso en el que estamos.
Un aguila puede vivir hasta 70 años, mas que algunos humanos. Pero a mitad de su vida, ya sus plumas empiezan a pesarles mucho y sus uñas llegan a ser tan grandes que le cuesta soltar su presa. Tambien el pico le da problemas porque crece demasiado. Es en ese instante en que tiene que tomar la decision mas importante de su vida. Renovarse o morir porque ya se hace muy dificil volar y cazar.
Algunos de nosotros seguro renunciariamos al cambio a sabiendas que va a ser muy doloroso y complicado. Pero miren la decision que toma el aguila.
Se retira a la montaña durante 5 meses en soledad y alli comienza a golpear su pico contra las rocas hasta partirlo. Tiene que esperar a que vuelva a crecerle para luego arrancarse con el nuevo pico sus uñas, y con las nuevas que le vayan naciendo va arrancando sus plumas viejas y pesadas para dejar paso a su plumaje nuevo.
¿A que todos nos regañamos pensando en el dolor que habra sufrido? Pues si, pero ella sabe que ahora podra vivir 30 años mas y la vida siempre vale la pena.
Nosotros no vamos a tener que arrancarnos nada fisico, gracias a Dios, pero si queremos salir airosos de esta crisis-oportunidad que la vida nos esta brindando, vamos a tener que soltar muchas cosas que ya nos impiden que sigamos creciendo.
Que estos dias nos sirvan para valorar como estamos viviendo, como nos relacionamos y que es lo que queremos aportar al mundo desde el humilde lugar que ocupamos.
Que nos ayuden a enfocarnos en lo que queremos y no en lo que no queremos, para que con nuestra energia y actitud podamos cambiar aquello que debemos cambiar.
Tenemos tiempo, nos han regalado una cuarentena para renovarnos. Si no es ahora... ¿cuando?
Valdra la pena, cuando termine nuestro encierro, si salimos de casa convertidos en bellas aguilas. Aprovechemos esta oportunidad para analizar como queremos pasar los proximos años y si estamos en el camino de conseguir las herramientas necesarias.
Miremos en persoectiva como son nuestras relaciones con los demas y como estamos cuidando nuestras plumas para seguir volando.
Vamos siempre a un ritmo tan deprisa que apenas tenemos tiempo de echar un vistazo al motor. Bien, ahora no hay excusa, ¡ya estamos en la montaña! La opcion es, limitarnos a ver el paisaje mientras nos protegemos de la lluvia o empezar ese proceso divino para el que la vida nos confino. Todo pasa por y para algo. Tal vez esta vez sea para escuchar  el mensaje del aguila.