Voa borboleta

Voa borboleta
En la creacion, cada flor coopera formando parte del jardin

martes, 24 de noviembre de 2020

La hoguera de Peter

 Peter nacio en una familia humilde de un barrio no menos humilde de la ciudad. Tenia un padre autoritario que frecuentaba los bares buscando olvidar no se que. Por esta razon Peter y sus hermanos vivieron una infancia marcada por las palizas y las prohibiciones para todo. Todos fueron buscando el pequeño huequito libre que su padre no controlaba para poder crecer libremente como una flor que crece en el asfalto. 

Peter busco esa valvula de escape en los amigos  del barrio que  le daban esa sensacion de proteccion que no encontraba en casa por los problemas que habia a diario. Con ellos, formaria una pequeña comunidad desde donde daba salida a su creatividad. Desde muy adolescente ayudaba en las fiestas del barrio, adornando las calles para que esos dias al menos luciera un tanto mas bonito. Eso si, el dia mas esperado por Peter era cuando le prendian fuego a la hoguera construida con todos los muebles viejos y restos de madera que los vecinos iban amontonando semanas y meses antes. El lo disfrutaba mas que nadie, siempre le atrajo el fuego de una manera muy especial, tal vez su alma buscaba esa forma de quemar sus conflictos familiares y sentirse renacer como el ave fenix entre las cenizas. 

Pero hubo un año de fiestas que dejo marca  en sus recuerdos. Cuando faltaban tres dias para la gran quema, cuando ya el monto de maderas viejas ya estaba casi completo, sucedio algo. Sucedio que el padre de Peter, al regresar a casa con algunas copichuelas de mas, dio rienda suelta a su falta de conciencia y prendio fuego al arduo trabajo de los chiquillos del barrio. Y la hoguera se adelanto tres dias de su fecha habitual. Todos corrieron a apagarla, no era el dia, tenian que apagar aquel fuego. Todos los intentos fueron en vano y todo se quemo y estuvo ardiendo muchas horas.

 Peter entro en una tristeza que nadie podia paliar. Sumado a la frustracion del fin de fiesta boicoteado, estaba la propia frustracion de ver que su propio padre habia sido el causante. Y en estos casos siempre aparece, o aparecia, porque esta figura ya esta en desuso, ese amigo que animaba a todos a seguir luchando. Era el “segundo de a bordo” como le gusta nombrarlo a Peter cuando rememora su infancia. ¡Vamos chicos! ¡Aun podemos hacer otra hoguera para pasado mañana! Y asi fue como fue contagiandolos a todos con su fuerza. Al dia siguiente habian conseguido que el barrio entero colaborara para construir un nuevo monto de maderas viejas. Hasta Carlitos, el señor antipatico que nunca se ofrecia para nada, puso su camion a diaposicion de ellos para ir a otros barrios en busca de muebles para quemar. Hicieron un esfuerzo tremendo pero lo hicieron entrw todos y eso les fortalecio.

 Llego el dia y no solo consiguieron la hoguera mas alta de todos los barrios sino que obtuvieron un premio por ello. Una gran leccion de vida. Como a traves de la unidad se consiguen muchas cosas que en solitario no podrias nunca. Me gusta contar estas historias, quizas porque me voy haciendo mayor, quizas porque echo de menos esas historias de unidad de los barrios, los pueblos, los paises... algo muy bueno que hemos perdido. Lo perdimos cuando emoezamos a creer que nuestros amigos pueden ser virtuales y que las palabras “barrios”, “patria” “union”, “familia”, “hermandad” son conceptos, construcciones que se pueden suplantar. Esos mal llamados conceptos hacen una labor encomiable e irremplazable en la infancia de un niño.

 Recuperemos nuestros valores de unidad para que nuestros niños, crezcan fortalecidos por su comunidad mas proxima. Eso les da arraigo, identidad de grupo, y otras cosas mas que ahora no se pueden gestionar porque precisamente vivimos en la era de la individualidad y el desapego. No se dejen engañar, y pensemos con claridad. Seamos capaces de ver o prever que los niños que ahora cuidamos seran los adultos del futuro. Seran los politicos que nos gobernaran, los medicos que nos ayudaran a cuidar nuestra salud, los jueces que haran las leyes, las parejas de nuestros nietos, y como no, los vecinos de nuestro barrio. 

Asi que amigos mios, cuidemos la infancia como un tesoro, porque de ellos depende todo nuestro futuro. Hagamos que crezcan en un entorno protegido, armonioso, calido, y alegre. Solo eso, no creo que haya que hacer mucho mas. Y dejarlos crecer libremente, sin tantas imposiciones ni tanta direccionalidad hacia un tema u otro preferentemente. De nuevo, es el amor que pongamos en ellos lo que dara sus frutos. Namaste