Hace unos años escuche una reflexion q en ese momento me parecio muy adecuada para esas situaciones en que uno no esta muy seguro de si la decision tomada es la mejor. Y decia asi: si no puedes correr, trota. Si no puedes trotar, camina. Y si no puedes caminar, usa baston pero nunca te pares.
Aun hoy me sigue pareciendo muy elocuente. Pero si la analizo bien, tambien nos puede hacer algo conformistas, y pensar que “como no puedo acceder a mas, hago lo que puedo”. Los que barren siempre pa casa pueden aprovecharla usando la ley del minimo exfuerzo con la excusa de que hacen lo que pueden. Es asi como maquillamos una clase de yoga semanal en deporte o un domingo de playa en ecologismo. Eso trankiliza nuestras conciencias y nos hace pensar que ya estamos haciendo nuestra parte del contrato con la vida.
Tenia esta idea rondandome hace tiempo y hoy escuchando una cancion, me abrio la puerta s escribir esto q les escribo. El ser humano esta lleno de agua en un 70 por ciento. ¿Y que pasa cuando dejamos el agua estancada?Pues simplemente que con el tiempo comienza a dar olor y a crecer en ella vida en formas minusculas que seguramente no nos benefician. Por lo tanto si no estamos hechos para estancarnos, algo me dice que estamos hechos para generar movimiento. Y partiendo de esa idea, me he puesto a investigar y resulta que ni siquiera basta con hacernos un programa de ejercicios para toda la vida. Tampoco que dure años. A veces ni meses. Cualquiera que sea el ejercicio que hagamos para mantener nuestro equilibrio de salud, tenemos que irlo cambiando. Y en algun momento tambien tendremos que aumentarlo. El cuerpo se acostumbra a lo que le demos. Si le damos siestas de dos horas, con el tiempo nos pedira que sean de tres. Si le damos carreritas de tres kilometros, tendremos que ir aumentando o entraremos en estancamiento.
Si vamos muy despacio nunca aprenderemos a frenar ni a volar. Si siempre caminamos nos estamos perdiendo la agitacion de la sangre en nuestro cuerpo al pasar al trote. Atrevete a ir mas alla, a salir de lo conocido, de lo comodo, de la quietud, revoluciona tus aguas, tu sangre, para que puedan limpiarse y purificarse. Hoy intentare correr en vez de trotar! Jajaja