Aunque a veces no la entiendo, no me gusta lo que me manda, ni tengo ganas de vivir algo con lo que no respiro, sigo admirandola, sigo pensando que no puede ser obra de cualquiera. La mente maravillosa que creo todo esto sabia lo que hacia.
Como cualquiera de ustedes, he vivido situaciones dolorosas, angustiosas, confusas y de panico. Y claro esta que lo que me apetece en esos monentos es maldecir a la vida o como poco, echar a correr y no parar hasta encontrar un poco de alegria.
Son dias de no querer que salga el sol para no levantsrte y tener que afrontar un dia mas de dolor. Dias que te molesta la tele y el telefono, que no te miras ni al espejo para no ver que tu sonrisa esta borrada.
A lo mejor pasan tres dias y ni te peinas, no eres consciente de lo que pasa a tu alrededor, todo gira en torno a lo que te aflige.
Agradeces que llegue la noche para parar de pensar, para parar esos pensamientos que te traen tristeza. Y te haces la promesa de que mañana estaras mejor.
Y asi sera si te alias con la vida porque si no es asi, ya te digo yo que sin acuerdos con ella no hay nada que hacer. Si no nos conectamos de nuevo al cableado de la vida, ese que nos da la fuerza para seguir adelante, no lo vamos a conseguir.
Y ya se que cuando estamos en ese estado de absndono es muy dificil conectarte, lo que uno quiere es que lo dejen en paz y que siga el mundo que yo me bajo. Y si te bajas perderas la conexion.
Por muy dificil que nos parezca hay que intentar no perder esa conexion con la vida, no perder esa confianza en que ella sabe lo que hace. Todo es por y para algo, y aunque a veces lo esconde tan bien que nos cuesta verlo, al final todo sale a la luz y terminamos viendo para que teniamos que pasar por esas situaciones. ¡Que lista es la vida! ¡Y que listo quien la creara! ¡Y que maravilla que sigamos sorprendiendonos de ella! Solo puedo decir : gracias vida por ser tan impredecible. Si supieramos lo que vamos a vivir dentro de un año o diez, muchos de nosotros estariamos paralizados por el miedo. Mejor que la vida siga sorprendiendonos, para bien o para mal.
