Voa borboleta

Voa borboleta
En la creacion, cada flor coopera formando parte del jardin

viernes, 5 de agosto de 2016

Mi nombre es Julia

Alguien me pidio que hablara de Julia y de muchos ancianos que pasan sus últimos dias( sus 10 minutos antes de que cierre el parque) en un centro hospitalario para mayores, y asi lo haré. 
Es curioso que la vida de Julia, al igual que los demás que le acompañan, la sepan los sanitarios porque figura en su ficha clínica, pues muchos de ellos ya no recuerdan quienes son ni lo que fueron. Permanecen sentados o acostados esperando. Siempre tienen algo que esperar. Esperan el desayuno, esperan que les cambien los pañales, esperan la comida, el baño y cambio de ropa limpia y fresca. Esperan una caricia, una mirada, una mano que les sostenga. Siempre esperando. 
Y es que este escenario y el que nos recibe cuando nacemos es muy parecido. Un bebe espera lo mismo. La comida, las miradas, las caricias y el baño para estar cómodos. Es un ciclo que se repite y que acaba donde comienza. La diferencia es que empezamos con mama y nuestra familia y muchas veces acabamos en manos de otras personas que apenas nos conocen. Solo saben lo que dice nuestra ficha pero nunca conocerán el camino que hemos transitado. Lo que mas hemos amado, lo que nos hemos reido, lo que hemos llorado, pataleado, creado o bailado. No estaban allí cuando tuvimos nuestros hijos o perdimos nuestro empleo. Tampoco cuando murió nuestra mascota o cuando vendimos nuestro primer libro.  Indefensos y resignados llegan a este lugar cuando ya no les preocupa llevar el pelo sin teñir o el bigote sin depilar.
Parece una historia triste, pero no lo es, porque por encima de todo eso hay un conjunto humano que han elegido permanecer cerca de estas personas, para ayudarlas a recordar sus nombres, hacerles reir con una sonrisa y mantenerlos limpios y comodos en sus camas.Llegan a empatizar tanto con ellos, que cuando alguno se va, sienten el vacío muy dentro. Al fin y al cabo pasan muchas horas cuidando de ellos, es inevitable quererles.  Conozco a alguno que no le cuesta nada ponerse un trapo en la cabeza y ponerse a bailar para el paciente con tal de verlo reir. Rubyyy ,tienen suerte de tenerte con ellos y que  hayas elegido trabajar con ancianos. Se que aunque las guardias se te hagan muy duras, y sufras alguna que otra lumbalgia de levantar sus cuerpos inertes, se que disfrutas de tu trabajo igual que ellos disfrutan de tu compañia. Si algun dia necesitara atencion hospitalaria, quisiera tener alguien como tu a mi lado. ¡Es muy lindo lo que haces! Chapeau por los auxiliares divertidos. Cuando uno ya no recuerda ni su nombre, lo mejor que recibe es una sonrisa... como la tuya. Un beso grande a Julia


Borboleta

¡10 minutos para cerrar!

¿Conocen la sensación de estar en un parque de atracciones cuando esta a punto de cerrar? ¿A que te entran unas ganas terribles de correr para aprovechar el tiempo que te quede? Y mientras mas escuchas que quedan minutos para cerrar, mas corres hacia las atracciones que mas te gustan para disfrutarlas al máximo. 
De un tiempo a esta parte veo la vida como un parque temático y a medida que voy creciendo( que no envejeciendo) valoro mas todas las experiencias que tengo, pues se que el parque tarde o temprano cerrara y no quiero dejar ninguna atracción por probar. 
Mis amigos piensan que es una idea fatalista pensar eso pero yo no lo veo asi. No me da tristeza pensar que el parque va a cerrar( o sea, la vida se acaba) pero si me da alegria saber que estoy aprovechando cada minuto de mi vida disfrutando de las atracciones. Esta reflexión me lleva a pensar que es una ventaja que te quede menos tiempo para disfrutarlas. Eso quiere decir que llevas todo el dia probando cada una de ellas. Ademas estoy segura de que cuando llegas al parque no tienes tanta prisa, sabes que el dia es largo y te dará tiempo de todo. A medida que van transcurriendo las horas( los años en la vida) te va entrando la prisa por si no lo ves todo. Y cuando ya anuncian el cIerre corres como las locas para hacer lo que no has hecho hasta ahora. 
Creo que estoy en ese momento, en el que te das cuenta de cuantas cosas has querido hacer y no has querido o no has podido. Tengo ganas de llenarme de cosas bonitas, de sonrisas, de miradas, de sensaciones, de colores, de naturaleza, de mar, de bosques, de lluvia, de sol... En fin, hoy me doy cuenta del valor que tiene la vida, que como dice mi amigo Peter Pan, es únicamente tiempo. Tiempo que desperdiciamos muchas veces sin hacer nada por impedirlo. Mas de la mitad de la vida la pasamos viviendo una película que llamamos realidad. Y es solo cuando cuelgas el personaje y regresas a casa cuando descubres que has perdido mucho tiempo en el escenario y quedan.... ¡¡¡10 minutos para cerrar el parque!!!  No se si es algo que nos pasa a todos o solo a unos cuantos locos como yo pero prometo no parar hasta que no me quede mas remedio que irme. Como le dije hoy a mi soul mate, no me gustaría pasar sentada mis últimos minutos dentro. Y si tengo que estar sentada que sea en una atracción divertida, que me haga sentir viva. Porque chicos, la vida es movimiento. No concibo vida sin el, aunque éste sea mas lento o mas torpe y cansado, pero movimiento al fin y al cabo. Considero un desperdicio que nos hayan dotado de huesos articulados y músculos flexibles para andar horas y horas sentados, siempre que ninguna fuerza mayor te lo impida. ¡Ya habrá tiempo de descansar cuando cierre el parque!