Hoy pagaria

Estos dias en que la cabeza no para el corazon se va llenando de agradecimiento. Hoy pienso mas que nunca en la belleza de un abrazo y las conversaciones alrededor de un cafe mañanero con mi familia y amigos. Hoy pagaria por un beso de mis hijas y por recoger todo lo que Fabio deja tirado cuando viene a casa. Por un sandwich de mi yankee, un queque de mi rubia y una reunion familiar cuando viene mi negri. Hoy pagaria por agarrarme al cuello de los hombres altos de mi familia que se extiende a muchos amigos. Pagaria por bajar y subir una veintena de veces la empinada cuesta de mi barrio con tal de ver la vida que hay mas alla de estas cuatro paredes. Pagaria por una tarde viendo carnavales en casa con Chicho y Cale. Pagaria por un paseo en bici con Alvaro y mis perritos. Pagaria por estar de trabajo hasta el cuello como tantas veces porque mi amiga Conchy i me ponia a prueba una y otra vez jeje. Por ir al aeropuerto a buscar a Ruby a las 8 de la mañana jeje, que muchas veces lo querria matar. Pagaria por recorrer muchos kilometros en bici como muchas veces hice solo para tomar un cafe con mi querida Juani. Pagaria por bailar un chachacha, por dar un shiatsu express, por ir al kilo como me gusta ir casi a diario, a veces solo para ver a mis amigos de alli. Pagaria por un abrazo de mi hermano y poder ir a nuestras andadas de llevar y traer cosas. Pagaria por una buena carrera a la playa y poder darme un baño despues. Hoy pagaria por una boda o comunion de compromiso que tanto nos cuesta ir jajaja. Al menos nos daria la oportunidad de vestirnos elegantes y quitarnos el pijama del retiro. Pagaria por una conversadera de las nuestras Persy, y un debate con mi Mela. Una visita de Gaby con mis niñas Campa y Wendy y un desayuno en Triana con Juanca cada cierto tiempo. Pagaria por una tarde con el flaco de”ponte gorro quitate gorro”.Pagaria por oir la moto de mi sobri los domingos de mañana y nuestras tertulias. En fin, hoy daria lo que tengo por tener esas cosas que son tan y tan importantes y que muchas veces por la prisa y otras por la comodidad no disfrutamos del todo. La ironia de todo es que ninguna de estas cosas que tanto bien me hacen y que tanto echo de menos valen dinero. No hay que pagar por disfrutar de la compañia que amas. Pero hoy estamos pagando un alto precio: la distancia. Animo a todos, “pronto nos volveremos a abrazar”