Voa borboleta

Voa borboleta
En la creacion, cada flor coopera formando parte del jardin

miércoles, 24 de junio de 2020

En la cueva

Tengo que confesar que toda esta situacion que estamos viviendo me ha tenido  desorientada, imagino que como a todos. ¿O quizas no? No lo se, porque igual que escucho los miedos que todos tenemos al contagio, por otro lado tambien veo imagenes de terrazas llenas de gente hasta la bandera y playas abarrotadas como si no hubiera mañana. Y aunque en un principio tiendes a pensar que es muy normal que las personas actuen asi despues de estar tanto tiempo confinadas, esa idea no llega a contestarme. Estamos sumergidos en un mar de informaciones que nos confunden y nos hacen dudar de todo , llegando  a molestarnos el hecho de no saber como actuar correctamente. “Mascarilla si”,”mascarilla no”, “eso es una tonteria”, “nos quieren callar con un bozal”, “ya hay rebrotes nuevos”, “no te creas todo lo que dicen”, y un sinfin de cosas parecidas que oimos a lo largo del dia. Yo, que siempre suelo ir contra corriente, he optado por refugiarme en casa, minorizar las salidas solo a lo mas necesario y evitar reuniones y visitas .
Lo he hecho siguiendo mi instinto natural pero sin entender del todo por que lo hago. A veces he llegado a sentirme hasta mal ante la burla de quien ya abraza esta nueva normalidad. Pero he seguido fiel a mis sensaciones que me piden quedarme en casa, pensando que ya llegara la informacion que me de la respuesta de por que lo hago asi.
Ayer, mientras conversaba con un buen amigo ¡instantaneamente lo supe!. ¡Fue como hacer click!Hablabamos de como los animales, cuando llega el invierno se esconden porque saben que no tendran acceso a la misma cantidad de comida ni podran cazar como de costumbre. Cuando detectan un peligro, tambien se refugian hasta que el peligro pase si es que no pueden con el. Hablamos de como los animales marinos mayores ya no nadan en la superficie sino que han bajado al fondo de los oceanos evitando las aguas calidas de la superficie o el encuentro con algun transatlantico. Y sobre la marcha he pensado: ¡voila! ¡Eso es lo que estaba buscando! La respuesta de la naturaleza. Siempre sabia doña naturaleza...
 Entonces recorde un pasaje del libro “101 paseos para recordar” titulado: “seamos como animales”. En ese capitulo se refleja la inteligencia animal que a veces esta por encima de nuestra egocentrica forma de mirar el mundo. Estamos tan creidos de nuestra supremacia que olvidamos nuestra esencia animal. Esa esencia que en ocasiones nos envuelve de pasion, de alegria, y tambien de furia. Todo va en el paquete, que nadie se ofenda por señalarle como un animal, para mi es uno de nuestros mejores atributos. Los animales tienen mucho que enseñarnos, aun con su pequeño cerebro. Ellos siempre viven en presente, se ocupan, no se preocupan, no tienen reloj de pulsera pero saben cuando es la hora de comer y de dormir. Ante un peligro se esconden hasta estar preparados para afrontarlo. Si no pueden con un adversario se van, y cuando aman lo hacen para siempre.
¿Saben que? No solo he averiguado por que prefiero seguir en mi refugio sino que ahora se cuanto influye en mi esa parte animal. No me cuesta nada pasar un tiempo observando en vez de actuar. No hay muchas cosas que necesite comprar con urgencia y puedo pasar un tiempo sin reunirme en una terraza o evento social. Se que la respuesta que muchos me daran es que hay que recuperar la economia pero una vez mas pienso que estamos siempre queriendo darle lecciones a la vida y la vida es mas sabia que nosotros. Igual que sabe dotar de  lo necesario  a los animales que hibernan psra que subsistan el tiempo que no podran cazar, estoy segura que tambien creara una solucion para recuperar nuestra economia. Seguramente no de la misma manera, pero ahi estara la transformacion, ese cambio para el que todos estos eventos nos estan preparando. Asi es como esta noche me he dormido un poco mas feliz consciente de que hay una fuerza poderosa que si te dejas guiar por ella, tarde o temprano las cosas comenzaran a fluir de forma natural, como la vida misma. No se trata de tener miedo, se trata de ser prudentes y escucharnos  antes de exponernos.Estamos ante un peligro desconocido hasta ahora. Habra que estudiarlo, otearlo, olisquearlo, rodearlo, tocarlo con nuestras garras y si no podemos con nuestras propias armas habra que construir otras mejores. Mientras tanto, esperaremos en la cueva. Tal vez haya suerte y cuando salgamos ya no este esperandonos.